31 de agosto de 2010

Cayo Médano

Verano de 2010, una intensa jornada de visitas a Pinar del Río por motivos de trabajo me llevó a conocer muchos lugares que nunca había visitado y que quizás nunca vuelva a ver por lo lejano de algunos puntos y las dificultades con el transporte en esas zonas. Pinar es una de las provincias más pintorescas de la isla, sus paisajes son siempre un deleite para el fotógrafo. Pero además, muchos otros elementos son atractivos al lente de nuestra cámara, desde el colorido cartacuba, exótica flora coronada por los grandes pinares y las palmas barrigonas, hasta los mejores modelos para retratos donde se refleja el diario de los guajiros pinareños.

Tierra de extrema nobleza, dónde no me alcanza el espacio ni el tiempo para agradecer a cada uno de los amigos que conocí por esta geografía. Es la primera entrada que hago sobre Pinar, pero muchas otras vendrán, porque cada rincón de esas tierras merece un espacio en el trabajo de cada fotógrafo, y es que aunque aficionado, me cuento como tal.
Cayo Médano, visto desde tierra firme.
Visto desde Cayo Jutía
Cayo Médano fue uno de esos puntos distantes en la geografía y en la logística del transporte. Es una pequeña porción de tierra en el mar al norte del poblado de Santa Lucía, en el municipio de Minas de Matahambre. Está a unos 8 Km de tierra firme, aunque está muy cerca de Cayo Jutía, a donde se puede llegar en auto por un pedraplen construido para la explotación turística de la zona.
El Médano es muy pequeño, calculo que no más de 200m² y según me contaron los pescadores de la zona, el mar va reduciendo cada vez más su área, hace apenas unos años su forma no se parecía en mucho a su formación actual. Incluso, cando se busca por Google Earth, las fotos satelitales que allí se encuentran, difieren  del estado actual del cayo.
Nido de "Tinguinillos" en la arena de Cayo Médano
El cayo está rodeado por una playa paradisiaca, virgen, es uno de los pocos lugares donde he estado sin evidencias de la mano del hombre. La arena está salpicada por restos de caracoles, corales y troncos de árboles caidos. En la misma arena anidan unas pequeñas aves que las personas de la zona conocen como “tinguinillos”, es muy curioso ver el par de huevitos colocados directamente sobre la arena. Desde nuestra llegada los “tinguinillos” se lanzaron en un ataque sonoro contra nosotros, pienso que como defensa de sus nidos y para alertar al resto de los habitantes.

El centro de la isla es un tupido bosque con algunos pinos y otros arbustos; Camilo, nuestro amigo y guía nos comentó que justo en el centro hay una laguna con un manantial con agua potable… la verdad, ese era uno de mis objetivos, llegar a esa laguna, pero los mosquitos, como fieles guardianes de un legado muy propio, nos hicieron imposible el camino de escasos metros hasta la laguna.

Es un lugar de difícil acceso por su distancia de tierra firme, pero creo que merece un espacio, si de mis fotos en Cuba quiero hablar en mi blog.